Las exportaciones pesqueras del ¨territorio británico de ultramar¨ en el Atlántico sur son cruciales para la economía de las islas.
Asegurar el acceso al mercado para el calamar de las Islas
Malvinas se ha convertido en un objetivo urgente de las negociaciones
británicas con Bruselas, en una señal de los intereses en competencia en juego
en las conversaciones entre el Reino Unido y la UE sobre el pescado.
Diplomáticos europeos dijeron al FT que Gran Bretaña había realizado gestiones formales en las últimas semanas para preservar el comercio libre de aranceles en el calamar Loligo del archipiélago del Atlántico sur, un tipo de calamar, como parte de la futura relación económica entre el Reino Unido y la UE.
El calamar, que es la principal exportación pesquera de las islas a Europa, llega a la UE a través del puerto español de Vigo, y el gobierno de Malvinas estima que cerca de la mitad de los calamares que se comen en el sur de Europa proceden de sus aguas.
El tema es de gran importancia para las Islas Malvinas, que han advertido de un fuerte golpe económico si no se mantienen los vínculos comerciales actuales para el calamar. Las exportaciones de calamar Loligo y otros productos pesqueros a la UE representan más del 40 por ciento de la producción económica del territorio británico de ultramar, así como un tercio de los ingresos de su gobierno.
La UE es el destino de cerca del 90 por ciento de las exportaciones de productos pesqueros de las Islas Malvinas, medidas en peso, según datos de 2018.
Las conversaciones entre la UE y el Reino Unido se intensificarán en las próximas semanas en medio de una creciente sensación de optimismo tras una cumbre virtual entre el primer ministro británico, Boris Johnson, y los líderes de la UE.
Diplomáticos de la UE dijeron que el Reino Unido había presentado propuestas por escrito a Bruselas de que las exportaciones deberían estar cubiertas por cualquier futuro acuerdo comercial UE-Reino Unido. Sin esto, el calamar podría enfrentar aranceles de importación del 6 por ciento, mientras que otros productos pesqueros de las Islas Malvinas podrían verse afectados por aranceles del 18 por ciento.
El gobierno de las Islas Malvinas advirtió que habría un "impacto negativo directo en los niveles de empleo en las islas y en la economía en general" si se imponían los aranceles, diciendo que "algunos mercados se perderían por completo".
Gran Bretaña ha argumentado que el tema es de interés compartido para la UE y el Reino Unido, dado que los barcos con tripulación española son responsables de gran parte de las capturas.
Pero la cuestión de los derechos comerciales británicos para el pescado se ha relacionado políticamente con la determinación de Europa de preservar los derechos de pesca en las aguas del Reino Unido después del Brexit. Bruselas ha insistido en que nunca concluirá un acuerdo comercial con Gran Bretaña a menos que se resuelva la cuestión del acceso a las aguas británicas.
"Queremos una solución equilibrada, que vincule el acceso a las aguas y el acceso a los mercados", dijo Michel Barnier, el principal negociador del Brexit de la UE, a principios de este mes. "No habrá un acuerdo comercial y económico sin un acuerdo sobre el pescado".
Los funcionarios de la UE señalan que el calamar Loligo es solo un ejemplo de un producto con una alta dependencia del mercado europeo. Otros incluyen la cigala, también conocida como Nethrops o langostino, capturada por pescadores británicos en el Mar del Norte, un 90 por ciento de la cual se exporta a la UE, y vieiras.
Bruselas estima que, de las 15 especies de exportación más importantes del Reino Unido en valor, 10 tienen una dependencia del mercado de la UE del 90 por ciento o más.
El Reino Unido tuvo un superávit comercial con toda la UE en pescado en 2018, según datos de Eurostat.
Un portavoz del gobierno del Reino Unido dijo: "Como se indica en el enfoque del gobierno del Reino Unido para las negociaciones con la UE, el Reino Unido actuará en nombre de todos los territorios de cuyas relaciones internacionales el Reino Unido es responsable y buscará resultados que apoyen la seguridad y los intereses económicos de los territorios. . " ( Fuente Financial Times )
Argentina mira de lejos la pesca ilegal en su propio territorio de Islas Malvinas
Es evidente que en estas negociaciones y declaraciones en ningún momento se hace mención al conflicto de soberanía por Islas Malvinas entre Argentina y el Gran Bretaña, ni se tiene en cuenta que las aguas en torno al archipiélago, fueron tomadas, por la fuerza, ilegal y unilateralmente por parte del Reino Unido a partir de 1986. Parece que no existe ninguna preocupación, por parte de los negociadores de la riqueza ictícola argentina, de la existencia de un conflicto de soberanía en el Atlántico Sur, ni las resoluciones de Naciones Unidas que se expresan al respecto. Por el contrario parece que no existiera ningún tipo de obstáculo entre la Unión Europea y el Reino Unido para negociar sobre la pesca con licencia ilegítimas en aguas argentinas en torno a nuestras Islas Malvinas. Un saqueo millonario sobre el que Argentina no reclama ni aplica sanciones a los responsables, mientras se roban millones delante de sus narices.
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