viernes, 13 de julio de 2018

Malvinas : petroleras que operan en las Islas, buscan financiamiento de un banco británico con sucursal en Buenos Aires


Malvinas : petroleras que operan en las Islas, buscan financiamiento contratando a un banco británico con sucursal en Buenos Aires

Standard Chartered, un banco británico con sede en Londres, pero opera con una red de más de 1.700 sucursales en 70 países. También tiene una sede en Buenos Aires. Se ubica en la zona de Catalinas Norte, en el barrio porteño de Retiro, en la Torre Alem.

Las empresas petroleras Rockhopper Exploration y Premier Oil anunciaron que contrataron a Standard Chartered para que les consiga financiamiento por unos 1.500 millones de dólares para avanzar para avanzar con la extracción de petróleo en el yacimiento conocido como Sea Lion, al Norte del archipiélago, en aguas argentina, en torno de las Islas Malvinas, también usurpadas por el Reino Unido a partir de 1986.

La legislación argentina impone severas penas a la exploración y explotación petrolífera en el territorio nacional y en el Mar Argentino sin autorización de las autoridades competentes.

L a Ley de Hidrocarburos ( 26.195 ), promulgada en 2013 – luego de muchas demoras-  impone penas de prisión de cinco a diez años y multas equivalentes a entre 20 mil y 100 mil barriles de petróleo e inhabilitación especial a quien encargue o realice, “por cuenta propia o de terceros, cualquier actividad de búsqueda de hidrocarburos mediante la exploración en el lecho o en el subsuelo del mar territorial o en la plataforma continental argentinos”. Y también aplica penas a quien realice actividades comerciales vinculadas a la exploración y explotación petrolífera sin autorización.


En 2015, el Estado argentino presentó una denuncia penal contra Rockhopper, Premier y otras tres empresas que integran un consorcio responsable de la contratación de una plataforma semi-sumergible, en el marco de una campaña exploratoria en la cuenca Malvinas Norte -a unos 200 kilómetros de las islas- durante la que prevén perforar al menos seis pozos. Sin embargo las empresas siguen operando sin ninguna restricción ni condena hacia los responsables de intentaron actuar con total impunidad sobre un territorio en disputa, desoyendo lo establecido de no innovar sobre un territorio que se encuentra bajo una disputa de soberanía. 

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